Venezuela está viviendo momentos tan difíciles, tanto que ni los artistas ni los músicos se salvan de la vorágine de este tiempo tan duro para el país.
Apartando el tema político y económico, la inseguridad se ha convertido en uno de los más graves flagelos que año tras año ha ido azotando y diezmando a la población que áun permanecen en suelo patrio. Gente de cualquier clase social, credo político, religioso, sexo o raza, ¡cualquiera! está expuesto a la grave inseguridad en Caracas, una de las más peligrosas urbes de todo el planeta. Pero de nuevo, otro representante de la escena musical ha sido víctima de la alta criminalidad en la ciudad capital.
Esta vez le ha tocado al músico y cantautor Evio Di Marzo, quien pasa a ser un número más de las dolorosas estadísticas que dan fe de la creciente descomposición social.
Después de un largo e intenso día de trabajo me topo con la muy desagradable noticia de su vil asesinato ayer noche, para robarle su vehículo en los alrededores de Bellas Artes. Y justamente cuando leo en Twitter sobre el nuevo tratamiento que debe hacerse su hermano, el también músico/cantautor Yordano Di Marzo, con afecciones de salud desde hace ya algún tiempo.
Apenas se conoció la noticia y hasta esta hora de la mañana las redes sociales son un hervidero, artistas, personajes notorios, seguidores y opinión pública en general están conmocionados por el crimen, en buena medida porque Di Marzo era afecto al gobierno (¿y qué importa?, ¡era un venezolano más!), suscitando las más diversas reacciones. Lamentablemente ni eso distingue el hampa en mi país, escudada bajo la oscuridad de la noche y alimentada por la más profunda miseria espiritual.
Di Marzo perteneció en la década de los 80 –años dorados de la música pop y urbana en Venezuela- a la banda Adrenalina Caribe, agrupación con fusiones de diversos generos como rock and roll, blues, ritmos afrocaribeños y música venezolana con memorables temas como “Yo sin ti no valgo nada” y “De dónde viene tu nombre”. También hay que destacar que era dueño de la recordada pizzería Evio’s Pizza con sedes en Los Palos Grandes y La Boyera -incluso se comenta una sucursal en Boca de Uchire (en las afueras de Caracas)- donde además de la gastronomía, el plato fuerte era la presentación de músicos y bandas tanto noveles como de reconocida trayectoria. Fue referencia obligada de encuentro entre comensales y amantes de la música de diferentes géneros y estilos.
Según el periodista Fran Monroy Moret, en su cuenta de Facebook señala que “fue un músico adelantado para su época se supo rodear de lo mejor de su tiempo como Ilan Chester, Sergio Pérez, Orlando Poleo, Eleazar Yanez, Carlo Puchi, Rodolfo Reyes, Roldán Peña…”
La muerte trágica de Evio Di Marzo representa no sólo una sensible pérdida para la comunidad artística y musical, sino para el país que habita dentro y fuera de las fronteras del territorio nacional. El país que fuimos alguna vez, que solíamos ser.
Adiós, Evio. Descansa en paz.
Nota por : Maria G. De Palma